Educadores

El poeta cubano José Martí dice que “Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene”. Y es cierto. Para cada madre su niño es lo más bonito, lo más importante del mundo, ¡lo más!

Y queriendo lo mejor para ese niño, los padres nos lo traen al club, nos lo confían, lo ponen en nuestras manos y para nosotros de momento ese niño es un niño más en la sesión, una cuota nueva, uno más con el que habrá que conjugar en el grupo…

Para nosotros de momento, simplemente es un niño más…

Pero ¿qué buscan los padres? ¿Por qué nos los traen?

 

Lo traen para que el niño se relacione, en ocasiones para que venza su timidez, para que se sienta más seguro, que cumpla unas normas, que se responsabilice, que haga ejercicio, que aprenda un deporte pensando que el Judo le pueda servir para defenderse y por el prestigio educativo del que goza el Judo.

Y ¿qué se encuentra el niño?

En principio, un lugar “extraño” donde tiene que ir descalzo y con otra ropa, donde otros niños con un Profesor al frente, corren, juegan, y “pelean” de una forma y en un ambiente que a veces le cuesta entender.

Y ¿qué tiene que hacer el Profesor?

El Profesor tiene que enseñar Judo. Pero ¿enseñar qué?, en teoría movimientos y técnicas, pero la realidad es que el Profesor de Judo tiene que enseñar mucho más.

Porque para poder enseñar Judo, primero tiene que explicar que hay unas normas. Que al entrar en el tatami tiene que saludar. Lo que al principio el niño no entiende ni sabe porqué ni a qué, pero que como va a practicar Judo entra en una espiral donde tiene que mantener un comportamiento conforme al deporte que va a practicar: Judo

Y el Profesor explica que Judo es la obligación que ha adquirido de no faltar y llegar puntual al gimnasio el día que toca.

Que Judo es aprender a saber estar en el club, no jugar en el vestuario, aprender a vestirse solo, dejar la ropa ordenada y respetar las cosas de los demás. Que Judo es aprender a anudarse el cinturón y saludar al entrar al tatami. Que Judo es mostrar un comportamiento adecuado sobre el tapiz, no gritar, no hablar en voz alta sin permiso, cumplir las indicaciones del Profesor, no engañar en los juegos y cuidar y respetar a los compañeros y a tener cuidado con los más pequeños.

Porque en Judo impera una disciplina, que dicho así puede parecer duro, pero que no es más que un conjunto de normas que todos cumplimos para que todo vaya mejor. Una manera de conducirse.

Y son estas normas que envuelven al Judo lo que da al niño seguridad, saber qué y como tiene que hacer las cosas, lo que hace que el Judo sea algo más que un deporte.

Porque Judo es respeto y Judo son formas.

Y todo esto que es Judo, llegará a formar una parte importante en la vida del niño que sin darse cuenta, lo irá integrando y aplicando en su vida con normalidad, lo que le hará formarse y crecer rodeado de unas normas que le facilitaran la vida.

Teniendo en cuenta que Judo es también aprender a correr, saltar, esquivar, jugar con un reglamento y cumplirlo. Aprender a caer y a hacer volteretas, aprender y recordar y saber hacer los movimientos, reconocer sus habilidades y sus limitaciones, tratar con sus compañeros y cuidarlos, conocer sus nombres, reconocer el esfuerzo y el cansancio… y ser capaz de superarlo.

Seguro que en todos los deportes hay unos reglamentos que cumplir y luego unas técnicas, unas estrategias y unas prácticas que aprender, pero en Judo son tantas y tan amplias las normas que implica su práctica, que al extrapolar y aplicar en la vida diaria, ayudan a nuestros judokas a integrarse en la vida, poniendo en evidencia el deporte que practican y que su Profesor les enseña.

Y si nos atendemos a las definiciones  de educar:

“Desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece.”

“Proporcionar conocimientos o habilidades a una persona para darle una determinada formación.”

Los Profesores de Judo tenemos que tener en cuenta, pues enseñamos y tenemos que enseñar además de las técnicas, muchas “variables” alrededor, por lo que podemos decir, sin que parezca presuntuoso, que los Profesores de Judo tenemos un punto importante como Educadores.