En el pasado Campeonato de España, estando con mi amigo Raúl Merino, pasó junto a nosotros Vicente Rochela. Vicente nos saluda y le pregunta a Raúl: ¿ya tienes pensado quien va a ser el siguiente en las Jornadas?
Y Raúl contesta: Ole Bichof. Vicente sin dudar dice: seoi nage, ¡qué bueno!
Y con esta respuesta y sin pretenderlo Vicente me pone en mi sitio. Me hace ver mi realidad actual de desinformación en la que me encuentro.
Cuando hace unos meses me contó Raúl que estaba haciendo contactos y que a lo mejor sería Ole Bischof uno de los protagonistas de las Jornadas, tengo que reconocer que a mi este alemán no me sonaba de nada. Y ¡había sido Campeón Olímpico!
En mi vida hay un antes y un después. Y no solo como Profesor de Judo, sino en todo.
Hasta el año 2000 y después de 2000.
En la década de los 90 estaba pendiente, sobre todo en los pesos en que tenía alumnos compitiendo a un nivel importante, de los resultados y de la forma de trabajar de los rivales con que nos podíamos encontrar.
No quiero decir que fuera una “enciclopedia viviente”, como siempre ha sido y es mi amigo Manolo Hernández, con una memoria envidiable y que se sabe los resultados de los campeonatos, importantes y no importantes, y de cómo ganó cada uno, a cada quien y en que momento, pero si que tenía nociones de los campeones en cada ocasión y de la forma de trabajo de nuestros posibles contrarios.
Llegó 2000 y una serie de acontecimientos, cambiaron mis prioridades y mi forma de ser.
Afortunadamente se me ofreció entrar en el engranaje de la Federación Española con el equipo junior, lo que me hizo trabajar con otra responsabilidad, conocer y tratar a los mejores juniors de España, viajar, y seguir en la “pomada” durante unos años, cosa que si no hubiera sido así, me hubiera desligado mucho antes, y perdido muchas cosas de las que disfruté, pues como ya he dicho antes, mis motivaciones cambiaron.
Para poder decir algo sobre Bischof he tenido que buscar en Internet. He encontrado que es un clásico de 81 kgs, categoría que llegué a conocer bien por mi implicación con mi alumno Sergio Domenech.
Bischof hace seoi como dijo Rochela y también unas reacciones atrás y un encadenamiento y trabajo en suelo con mucha soltura, con seguridad y una gran efectividad.
Ole Bischof ha sido campeón olímpico en Pekin en 2008, subcampeón en los Juegos de Londres en 2012 y tercero del Mundo en Roterdam en 2009. Varias veces medallista europeo, campeón en Roterdam 2005, segundo en Bucarest 2004 y tercero en Estambul 2011.
La otra protagonista en esta ocasión es Yolanda Soler.
Empecé a enterarme de su existencia cuando por los 80 resultaba campeona de España junior. Pequeñita, se llevaba a sus rivales “al huerto” a base de seoi y de ko uchi makikomi. Pequeñita pero explosiva y resolutiva.
A final de los 70 cuando se hicieron los primeros campeonatos de España seniors femeninos con siete pesos, en 48 kgs, María Luisa Iglesias, Teresa Ortega y Loli Veguillas fueron las habituales del podio. Ya en el 81, 82, 84, 85, 87, 88 Loli Veguillas se hizo con el Campeonato.
En el 83 y en el 86 fue Teresa Ortega quien se llevó el gato al agua y en el 89 Ana Gracia.
Y es 1990 cuando Yolanda Soler, que ya era la campeona habitual de España junior, aparece en escena en los campeonatos de España senior, imponiéndose a su compañera de club Loli Veguillas.
Hay que decir que las dos procedían del club Budokan de Madrid, alumnas de Vicente Cepeda y que siempre tuvo un nivel de resultados, sobre todo en chicas, más que importante.
Y Yolanda empieza su andadura por los Campeonatos de Europa. En el 91 queda tercera en Praga. En el 92 segunda en Paris. En el 94 campeona en Gdanks (Polonia). En 1995 y 1996 primera en Birminhan y en la Haya y en 1998 tercera en Oviedo.
Su medalla olímpica, su bronce fue en los Juegos de Atlanta.
Empecé a conocerla un poco más en “mi después”, cuando con los equipos nacionales, ella también implicada en la Española coincidimos en concentraciones. Además se vino a vivir a Pamplona, se caso con José Tomás Toro y coincidíamos en los sectores siendo rivales como entrenadores.
Y las Jornadas que se remontan al 2000, no voy a contar ahora otra vez como se gestaron para que no me riña mi alumno y peluquero José Luís Bautista, primer dan, que dice que siempre cuento lo mismo.
Estas son la edición número 21. Las primeras las lidió el maestro Le Berre. Yo tuve el privilegio de acompañarle como “telonero”.
Nunca le podré agradecer a Raúl el que me haya incluido, y por dos veces en sus Jornadas. Y con dos de los más grandes: Jacques Le Berre y Shozo Fujii. Porque cualquiera que se asome a ver el historial de las Jornadas verá que yo figuro sin ser de los “grandes” entre los grandes.
Decía Cervantes:
“Juntáte a los buenos y serás uno de ellos”
Y esta vez los buenos son Ole Bichof y Yolanda Soler