¿Qué te parece el mundial? ¿Lo estás siguiendo? Me pregunta la mañana del lunes 24 de septiembre, mi alumno Saúl Nafría. Estas competiciones ya me vienen grandes, respondo.
Pero sí, lo estaba siguiendo. Cada mañana buscaba en Hajime Judo y trataba de ver a los españoles. Conforme perdían, me decantaba por seguir a los japoneses o combates que me parecieran interesantes. Y a partir de las 14 horas me enfrentaba en el bloque final, a los combates definitivos.
Y día a día nuestros representantes con todo el trabajo cumplido eran eliminados.
“Es otro nivel” decía mi socio Jesús Sánchez, cuando me comentaba técnicas y momentos que había observado en la competición. Y hasta el lunes seguimos sin resultado. Y el lunes llego a casa y veo que Nikoloz está en semifinales…, y que se mete en la final…
Y veo a ese Quino, “al pie del cañon”, dirigiendo y cuidando a su pupilo.
Y no se si es admiración o envidia lo que me produce Quino. Soy unos años mayor que él, y me veo incapaz de estar ni de lejos, ni de intentar hacer, la mitad de lo que está haciendo él.
Nikoloz es el primer judoka español masculino que logra ser campeón del mundo. Antes Mirian Blasco e Isabel Fernández lo han conseguido.
A Nikoloz no lo conozco de nada. Alguna vez le he visto competir en algún campeonato de España. Y por el nombre me hacía pensar que era un “fichaje ruso”.
Luego me he enterado de que no, que lleva con Quino desde jovencito.
A Quino lo conozco un poco más.
Nikoloz es el campeón del mundo. Es la primera vez que un español resulta campeón del mundo de Judo. Y como detrás de cada competidor hay un entrenador voy a hablar de su entrenador. De Quino.
En mi artículo “siempre hay un Profesor” decía:
“Robin Sharma dice que “adoptamos la forma de pensar, la filosofía e incluso la conducta de aquellos con los que más tiempo pasamos”, y sigue diciendo: “las compañías inciden profundamente en nuestra forma de ser”.
Y en este contexto el Profesor de Judo, es el que ha influido de manera importante en nuestra formación.
En ocasiones nos parece que nos hemos hecho solos, que nos hemos hecho a nosotros mismos como judokas, y nada más lejos de la realidad.
Nuestro Judo lo han configurado, primero nuestro Profesor y luego todos con los que nos hemos relacionado y de quienes hemos aprendido.
Luego nosotros y debido al paso del tiempo y a nuestro trabajo, llegamos a formar parte importante de ese mecanismo acumulando “experiencias y sabiduría”, de las que se van a poder aprovechar los que vienen detrás, y porque seguimos aprendiendo de todos: primavera, verano, otoño, invierno, primavera… el engranaje se retroalimenta y el ciclo vuelve a empezar.
Ninguno hemos salido por generación espontánea, ni tampoco nos hemos hecho a nosotros mismos.
Por supuesto que todos nos lo hemos currado, que hemos trabajado, que el que ha tenido facultades para conseguir resultados y los ha conseguido, ha hecho su esfuerzo personal, sin olvidar todos los apoyos recibidos y teniendo en cuenta siempre que “a la sombra” hay un responsable.
Siempre detrás de cada judoka hay un Profesor. Todos los judokas hemos tenido nuestro Profesor.”
Sobre el historial de Quino:
Quino fue campeón de España senior desde 1985 hasta 1991. Menos en 1986 que perdió en semifinal con su amigo Sergio Cardell y resultó tercero. En 1988 en el Campeonato de Europa celebrado en Pamplona resultó campeón.
En Barcelona, en 1991 resultó subcampeón del mundo, perdió con Koga en la final. En semifinales le hizo un barrido al representante francés Patrick Rosso que aun esta buscando “la mancha de aceite” donde resbaló.
El campeón del mundo es Nikoloz y no hay que quitarle ningún mérito. Pero el artífice ha sido Quino. Quino ha demostrado ser incombustible. Un fuera de serie, un luchador contra viento y marea. En el equipo llevaba dos alumnos más: Garrigos y Martínez, y eso no es casualidad.
Es dedicación, es ilusión y sobre todo es trabajo. Ver llorar a Quino abrazando a Niko al finalizar, me puso los pelos de punta.
Quino era amigo de Sergio Cardell. En Alicante en la década de los 80 compartíamos el curso en Alicante que organizaba Sergio, donde Quino se entrenaba y Sergio le pedía que nos explicase las técnicas con las que ganaba.
“Y es que el Judo es mucho más” y “esa gran diferencia”. Son dos títulos de artículos ya publicados, donde trato de expresar lo que diferencia el Judo y que el mismo Nikoloz, ahora campeón del mundo, ha demostrado cuando al final de cada combate se preocupaba del estado de su rival, incluso le consolaba. He ahí una de sus diferencias.
Por otra parte decir que de lo que he visto me ha gustado el campeonato. Me han gustado los japos, que ahora ante la imposibilidad de conseguir un agarre convencional, desde cualquier agarre atacan y consiguen marcar.
También me gustó ver el segundo día, como el árbitro español Raúl Camacho, al que conozco y aprecio desde que coincidí en salidas con el equipo junior, era seleccionado para arbitrar combates del bloque de medallas para al día siguiente arbitrar con acierto la final de 73 kgs.
Y no tenía pensado escribir nada sobre este Campeonato, pero este es el resultado más importante en toda la vida del Judo masculino español, y las circunstancias mandan…