A todo el mundo le gusta que se le contemple, se le considere, y que en su trabajo se le valore. A los Profesores de Judo nos gusta que se valore nuestra dedicación, nuestra capacidad de trabajo para desenvolvernos entre muchos alumnos, la calidad de nuestra enseñanza de Judo, el número de cintos negros que hemos ayudado a formar, los resultados en competiciones que han tenido y tienen nuestros judokas. Pero cuando nosotros nos sentimos de verdad valorados, es cuando vemos cómo aquellos niños que empezaron a practicar Judo de pequeños con nosotros, se “instalan” en la vida, demostrando su valía personal y profesional que han adquirido ayudados de unos […]