¡No sé qué pinto yo aquí! Digo a mi llegada a Torrelavega, después de saludar y abrazar a mi amigo Raúl Merino, habiendo ido este año por circunstancias sin alumnos, y sin poder practicar debido a mis limitaciones físicas.
¡Estar conmigo y apoyarme! ¿Te parece poco? Dice contrariado.
Porque, nos hemos preguntado alguna vez, ¿qué motiva a un judoka a asistir a un curso de Judo?
Cuando se es competidor, aprender de los maestros que imparten el curso, practicar con distintos rivales y entrenarse más fuerte.
Cuando se es profesor, pienso que el profesor se mueve por sus alumnos. El profesor trata de poner los medios para que sus alumnos progresen.
Recuerdo de “jovencito”, asistir a los cursos que organizaba en el mes de julio mi profesor Ángel Claveras en Villanúa (Huesca), luego fue en Tauste, después en Mauleon (Francia) y de allí se pasó a Tarragona, Caldetas, Malgrat…
En Semana Santa nos llevaba y realizábamos un intercambio con un grupo de judokas franceses en la región del Vaucluse.
Cuando aun competíamos, recuerdo que junto a mis amigos Jesús Sánchez y Manolo Hernández, nos desplazamos en el Dyane-6 de Jesús, con una tienda de campaña que alquilamos, hasta La Baule, al norte de Francia a participar en un curso de una semana que impartía el japonés Fukami. Hicimos más de 2500 kilómetros entre ir y volver en el “Uyeshiba” (nombre del fundador del Aikido), que era el nombre con el que habíamos bautizado al Dyane de Jesús.
Y ya siendo profesores, organizamos en Jaca (Huesca) durante más de quince años el grupo de amigos formado por Jesús Sánchez, Carlos García, Félix Asín, Paco Gracia y José Ángel Guedea un curso de 15 días, donde tratábamos de llevar a todos nuestros alumnos.
Luego con un grupo más reducido acudíamos a otros cursos. Nos movimos por el Temple sur Lot, Ávila, Caldetas, Alicante, Málaga… Japón…
Algunas Navidades las pasamos en Paris entrenando en el INSEP. Y todos estos viajes tenían una misma finalidad: el entrenamiento de nuestros alumnos.
Este año a Torrelavega he llegado el domingo a medio día y he asistido a la llegada de los participantes.
Algún profesor llegaba solo. Quizá necesitaba “cargar las pilas” o ideas para afrontar el próximo curso. Pero la mayoría llegaba con su grupo de alumnos ilusionados por participar en las Jornadas, y sus profesores ilusionados por que empiecen a vivir lo que en su momento ellos vivieron.
Y mirándolos me da la impresión de estar viviendo un “deja vu” y pienso “la historia se repite”.
También yo, llegaba con un grupo importante de alumnos al Temple sur Lot. También hacíamos cola en Alicante mientras los organizadores nos adjudicaban las habitaciones en el albergue. Y también llenábamos en ocasiones más de dos tiendas en el curso de Caldetas.
Y después de este preámbulo, vamos con las Jornadas.
Los artífices de las Jornadas han sido siempre y son Raúl Merino y Fernando Méndez.
Los encargados de impartirlas en esta ocasión han sido el coreano Kim Jae Bum y el cántabro Ignacio Sanz Paz.
Cada día comenzaba para los cursillistas con una carrera matinal y para los profesores con un curso sobre respiración y relajación impartido por el psicólogo y pedagogo Restituto Diez Liébana.
El campeón coreano Kim Jae Bum, siempre acompañado, arropado e interpretado por el maestro Lee Young desarrolló un trabajo en suelo basado en formas habilidosas para desde distintas posiciones, boca abajo y entre las piernas, llegar a controlar para de allí pasar a inmovilizar, estrangular y luxar.
En pie demostró las bases sobre o uchi gari y seoi nage y su forma de trabajo para desde cualquier posición resolver distintas situaciones.
Sobre el kumi kata se explayó en la manera de no dejarse controlar y anticiparse a cualquier situación.
El comentario general es que su trabajo había sido de 10 y que “había que verlo…
El otro protagonista de las Jornadas” ha sido Ignacio Sanz Paz.
Investigador médico de prestigio en EEUU donde reside hace años, ha venido a Torrelavega para las Jornadas.
Tengo que decir que tuve la suerte de verlo competir en el Campeonato del Mundo de 1979 en Paris donde resultó quinto. En las eliminatorias dio un recital de “uchi mata” ganando así los cuatro primeros combates. Perdió en suelo la semifinal frente al japonés Fujii y el bronce también en suelo frente al coreano Kim.
En las Jornadas eligió ko uchi gari, tai otoshi y uchi mata para hacer hincapié de forma general en los detalles básicos para una aplicación correcta de las técnicas: dirección, aplicación de la fuerza, acción de las manos, colocación de las piernas, del cuerpo…
“La clase es lo último que se pierde” me dice acercándose Hugo Burgos después de ver a Iñaki realizar una acción con una forma impecable a la vez que con la sencillez propia de “un grande del Judo y de la vida”.
Y terminan las Jornadas en esta edición en que han cumplido su mayoría de edad.
Y en este periodo de crecimiento de las Jornadas que como en alguna ocasión he comentado que se gestaron en un curso de Alicante en la playa del Postiguet han pasado muchos profesores y maestros con los que nunca hubiéramos pensado que íbamos a compartir sus enseñanzas ni a pisar el mismo tapiz.
Y que para que quede constancia y por vanidad porque de alguna manera las Jornadas las siento un poco mías, los quiero poner a continuación…
2000 Jacques Leberre – José Ángel Guedea
2001 Lee Young – Pedro Gracia
2002 Toshiyasu Uzawa – Héctor Rodriguez
2003 José Luís de Frutos – Miriam Blasco
2004 Shu Taira – Carlos Sotillo
2005 Shozo Fujii – José Ángel Guedea
2006 Anton Geesink – Macario García
2007 Alexander Jatskevich – José Manuel García
2008 Franco Capelleti – Felice Mariani
2009 Jeon Ki Young – Vicente Carratala
2010 Isabel Fernández – Mike Swain
2011 Hirotaka Okada – Jacques Leberre
2012 Lee Won Hee – Ángel Claveras
2013 Jimmy Pedro – José Alberto Valverde
2014 Choi Min Ho – Fernando Blas
2015 Toshihiko Koga – Francisco Lorenzo
2016 Tadahiro Nomura – Vicente Rochela
2017 Kim Jae Bum – Ignacio Sanz Paz
Aquella idea que se gestó en el Postiguet, se inició con apenas 60 participantes en un pabellón “de andar por casa” en Viérnoles y que arrancamos el maestro Leberre y yo, se han convertido en unas Jornadas que han crecido y han visto pasar toda la lista anterior.
Lo que pienso que nos lleva a poder afirmar que las Jornadas y nosotros hemos crecido y ya somos mayores.